
Una ola de calor a finales de julio pasado provocó una considerable pérdida de hielo y las nevadas no fueron suficientes para la recuperación.
Los glaciares que cubren Groenlandia y la banquisa o hielo marino que rodea la isla están bajo mínimos. Han vuelto a reducirse por vigésimo quinto año consecutivo, lo que supone «una evidencia más» del avance imparable del cambio climático, alerta a la Organización Meteorológica Mundial en su informe anual sobre el estado del clima. La OMM, dependiente de Naciones Unidas (ONU), pide a los estados acciones más contundentes para frenar con urgencia el calentamiento del planeta.
Las observaciones de la extensión del hielo marino revelan que el área estival ha disminuido anualmente en una media de 94.000 kilómetros cuadrados desde finales de la década de 1970, equivalente a la superficie de Castilla y León o Andalucía. El estudio detalla que, en términos de balance de masa total, la capa de hielo perdió alrededor de 166.000 millones de toneladas entre agosto de 2020 y el mismo mes de 2021.
Un caso único
Groenlandia es una isla del norte del Atlántico, la más grande del mundo, poblada de forma intermitente por pueblos inuits desde hace al menos 4.500 años y, también intermitentemente y en minoría demográfica, por pueblos escandinavos desde hace 1.000 años. En el siglo XVIII, Dinamarca se anexionó Groenlandia; posteriormente sometió a los inuits, los marginó mediante la imposición de leyes discriminatorias e implantó un sistema de gobierno colonial.
La colonización terminó oficialmente en 1953, cuando la isla se convirtió en condado danés y se otorgó la ciudadanía danesa a los inuits, pero las políticas de asimilación cultural continuaron. Como reacción a este contexto, el crecimiento del nacionalismo grelandés desembocó en el establecimiento de una autonomía en 1979, que en 2009 fue expandida; a partir de entonces las instituciones de Groenlandia gestionan la mayoría de los asuntos de la isla. Con una población débil (menos de 60.000 habitantes), los soberanistas confían en explotar los inmensos recursos naturales de Groenlandia para poder financiar el establecimiento de un futuro estado independiente.
La identidad nacional moderna groenlandesa empezó a desarrollarse en las décadas de 1960 y 1970, basándose en la herencia cultural y lingüística del pueblo inuit de Groenlandia, en oposición a la colonización danesa.
El 89% de la población ha nacido en Groenlandia ( datos de 2017 ) y el 11%, fuera. La mayoría de las personas nativas de Groenlandia son inuits de lengua grenlandesa, aunque existe una minoría de daneses de origen europeo. Las tres nacionalidades más numerosas por detrás de la danesa son, por este orden, la filipina, la islandesa y la tailandesa.
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